Alguna vez un campesino le preguntó a Sandino, después de una batalla que había sido muy difícil:
-Cuándo terminará esta espantosa guerra, cuándo derrotaremos
al enemigo, comandante?
Sandino le dijo, entonces:
-Imagína que toda el agua del mundo, toda, se encuentra junta en un solo lugar, en un mar inmenso. Y ahora imagina que cada cien años un ruiseñor viene y le da unos pequeños sorbos al agua y se va. Cuando ese ruiseñor haya bebido toda el agua, entonces habremos terminado nuestra lucha.
El rostro del campesino quedo desolado. Entonces Sandino dijo:
-Pero no pierdas la esperanza, tal vez nunca veamos el fin de nuestros sacrificios, pero sabemos que nuestra lucha es justa en sí misma y por eso nunca habremos de abandonarla.
Y aunque las dudas no cesan sabemos que nuestra lucha es justa.
l.b.
NO ES POR NADA PERO PREFIERO NO TERMINAR
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